La superficie útil hace referencia a toda el área de la vivienda sin tener en cuenta los muros, los pilares u otros elementos no prescindibles. En resumen y para ejemplificar se relaciona con todo lo que se podría pisar, incluidos armarios empotrados o muros entre habitaciones ya que en un momento dado se podrían tirar. Esta medida está delimitada por la cara interior de los muros perimetrales y sobre los que se podría andar físicamente.
La superficie útil de una casa también incluye el 50% del espacio de balcones, terrazas, patios o tendederos si están cubiertos, además de cualquier elemento privativo exterior. En el caso de que estos elementos no estén descubiertos, no se computan como superficie útil.
No se considera superficie útil:
- El espacio ocupado en planta por cerramientos interiores fijos, por los elementos estructurales verticales y por las canalizaciones o conductos con sección horizontal superior a los 100 centímetros cuadrados
- La superficie del suelo cuya altura libre sea inferior a 1,5 metros
La superficie útil sirve para saber el espacio habitable de la casa, es decir, los metros útiles que tiene la vivienda.
La superficie construida es la que mide la vivienda completa, aludiendo a la suma de la superficie útil más la ocupada por los muros perimetrales y abarcando todo lo que está dentro del perímetro de la casa. En esta ocasión sí se computan los elementos estructurales verticales, las canalizaciones y todo lo incluido en la superficie útil.
La superficie construida es la que se refleja en el Catastro y se utiliza para la valoración del inmueble. También aparecerá la superficie construida con elementos comunes, a partir de los cuales se calcula el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el coeficiente de participación de la vivienda en la comunidad de propietarios, que sirve para determinar la cuota de la comunidad.
Noticia de idealista.com